Ciudad situada en el Noreste de la provincia de Granada y dentro de lo que se conoce como Altiplano granadino. La situación estratégica y la existencia de abundantes recursos favorecieron que fuera zona de paso de Granada a Levante y beneficiaron el establecimiento de algunas culturas a lo largo de la historia. En el Neolítico con presencia en la Piedra del Letrero, romana con la construcción de la Villa de Torralba y algunos asentamientos musulmanes como el ubicado en la Sierra de la Encantada, Úskar. Este castillo paso por manos cristianas y musulmanas.
Graves sucesos tuvieron lugar en la Corte nazarí de Granada cuando el príncipe Muley Ismail, se sublevó en la Alhambra contra su tío, el rey Nasr. Hacia 1325 Ismail fue avanzando y conquistando tierras hasta llegar a la frontera murciana cuyos castillos seguían estando en manos de los caballeros de la Orden de Santiago.

Poco tiempo después el castillo de Úskar es destruido y tras esto, se hace necesaria la construcción de una nueva población en la ubicación actual. En este caso, se construye una gran alcazaba rodeada de una amplia muralla a la cual se añadiría un foso que facilita su defensa. Varias puertas daban acceso a la ciudad, concretamente tres; la puerta del Sol, la puerta de Castril y la puerta del Arrabal.
En 1435, la ciudad musulmana cae en manos de la Orden de Santiago. Durante tres cuartos de siglo la población pasa por manos cristianas y musulmanas en repetidas ocasiones. Sin embargo, no será hasta finales del mismo siglo cuando los Reyes Católicos instauren definitivamente el cristianismo y las capitulaciones en la población.
Don Fernando prometió a la población de Huéscar que nunca seria dado en señorío, sino que permanecería en realengo, pero en 1508 se produce la llegada del Conde de Lerín y su esposa, los cuales reciben Huéscar para su jurisdicción. Con ellos, mucha población Navarra llega trayendo nuevas costumbres, gastronomía etc.

Posteriormente en 1512, este señorío pasa a manos del II Duque de Alba, Don Fadrique Álvarez de Toledo, al cual le fue concedida Huéscar por sus logros otorgados en Pamplona.
A partir del siglo XVII, la ciudad poco a poco fue creciendo no solamente en extensión sino también en población, su economía comenzó a desarrollarse con el comercio de la lana, la agricultura y ganadería, comercio con extranjeros, etc. También en el ámbito religioso tuvo gran relevancia pues perteneció la ciudad al Arzobispado de Toledo hasta 1954. Huéscar, en definitiva, tuvo dos Siglos de Oro.